Yahapé, Naturaleza salvaje y pesca con menú completo.
Los amigos de Cabañas Gatomoro nos invitaron a realizar un relevamiento en la zona, relevamiento que fue coronado por dorados, surubíes, pacúes y salmones en diversas modalidades. Una balance mas que positivo para un pesquero que siempre debe estar en la agenda del pescador deportivo.
Por Daniel Calabrese
Por Daniel Calabrese
Siempre es una aventura ir a Yahapé, el pequeño pueblito de calles de tierra y canoas de colores, como me gusta llamarlo desde que fui por primera vez. En esta oportunidad visitamos por primera vez las Cabañas Gatomoro. Nos habíamos largado de Ituzaingó con pronóstico de fuertes tormentas. Es un viaje relativamente corto de no mas de 100 km, pero lo hicimos en una noche que se iluminaba a cada rato por los relámpagos. Teníamos que llegar a Yahapé antes de que comenzara la lluvia que iba a ser fuerte sin dudas. El paraje Yahapé se encuentra ubicado en el Depto. de Berón de Astrada, Provincia de Corrientes en el KM 1150 km de la ruta 12, a 130 de Corrientes Capital por la ruta, camino hacia Posadas.
Invitados por Gustavo y Cacho Rocabert llegamos a las instalaciones de cabañas Gatomoro. Gustavo y su gente nos esperaba con la mesa servida. Aun de noche y sin poder visualizar totalmente el predio, el lugar mostraba la calidez de los espacios hechos en madera. Un hermoso y “pescador” restaurante con mesas de laurel y lapacho. Las cabañas, que conocimos después, también estaban construidas en madera y todas con el indispensable aire acondicionado, clave para soportar las temperaturas medias de esta zona. Nos dormimos con la orquesta natural de sonidos del bicherío esperando que en cualquier momento se desatara la tormenta. Efectivamente durante la madrugada la tormenta estalló y continuó firme durante la mañana. Esperando que amaine, pasamos el tiempo atando moscas , sacando fotos y palpitando en conversaciones la pesca que se avecinaba.
Yahapé es un pequeño y pintoresco paraje ubicado en un sector privilegiado del Alto Paraná. Aguas translucidas y bien oxigenadas, pegregales profundos, árboles frutales, paleríos y enramas sobre sus costas. En otras palabras, el cúmulo de geografías ideales para ser habitadas por los peces mas calificados de nuestro querido Paraná. Como si esto fuera poco, como si el Paraná no bastara, tiene al norte y al sur dos arroyos a los que les hemos dedicados notas especiales en su momento: El Santa Isabel aguas arriba y el Tuyutí aguas abajo.
Dos ámbitos que deslumbran por su belleza y guardan una riqueza íctica que los hace destinos obligados para los amantes de la pesca deportiva en cualquiera de sus modalidades. Fue precisamente en el Tuyutí en donde concentramos nuestra mirada durante el relevamiento.
La pesca en el Tuyutí
Sonidos de la mas diversa fauna, chapoteos de peces que se pueden escuchar a cientos de metros , bandadas enormes de aves que atravesaban el cielo quien sabe a donde. Así nos espera el cautivante arroyo. Hace algunos años “metimos” en sus aguas un triplete mágico para los amantes del bait casting: dorado, pacú y salmón con señuelos.
En este caso nos íbamos a dividir las “tareas”, Roberto deslumbrado por los bancos de arena y la actividad que se veía a la distancia, se quedó vadeando en los arenales casteando y divirtiéndose en fly con doraditos y salmones. Yo me fui a la desembocadura del Tuyutí en donde atados durante la mañana, unos amigos misioneros se habían divertido con los cachorros de surubí. La otra embarcación que colaboraba con el relevamiento, estaba enfrente de Roberto anclada esperando al pacú.
Me “até” aguas abajo de la boca y al ver unos palos maravillosos cerca, tomé la caña de fly y castee. Primer tiro y un doradito aguerrido captura la mosca y empieza a los saltos. Lo devuelvo y casteo nuevamente. Un lomo dorado de un bicho de mas de 8 kilos la sigue y le erra el tarascón a casi centímetros de la lancha. Momento “espeluznante” y que sirve para dar un consejo a los mosqueros y amantes del bait. Cuando estén casteando los palos buscando el dorado y ante una captura, el segundo pescador debe seguir intentando haciendo lances en las cercanías del ejemplar capturado que en ese momento está peleando. Siempre está la posibilidad de que haya otro rondando atraído por el barullo. En algunas oportunidades, ese segundo bicho se arrima para pelear por la carnada o el artificial, en otros casos cuando se trata de un monstruo, para deglutirse al ejemplar capturado como hemos podido testimoniar en muchas oportunidades.
La otra lancha coprotagonista del relevamiento nos comunicaba que esperando adentro del Tuyutí con maíz y miñoca habían capturado en un rato cuatro pacúes con un ejemplar que casi alcanzaba los seis kilos. Y esto redondea un dato clave para entender la riqueza de este arroyo. A no mas de cinco minutos de distancia entre cada uno, Roberto estaba mosqueando dorados y salmones, la otra lancha a solo unas decenas de metros metiendo pacúes , yo intentando con los surubíes y mientras los esperaba, tenía esa escena impresionante con una doradazo atacando mi mosca.
El pacú, el dorado, el cachorro, el pira pita fueron activos participes de la jornada de pesca adentro del Tuyutí. Afuera, en los pedregales y cuando salíamos del arroyo, a una de las lanchas le esperaba una sorpresa para cerrar a toda orquesta. A trolling y en la primera pasada prendieron un surubí de 40 kilos aproximadamente.
Después de una gran tormenta que había alterado abruptamente las condiciones, que había “movido” al pescado como decimos los pescadores, aun así, habíamos hecho una pesca extraordinaria.
Estaremos próximamente, promediando, el verano cuando venga la fiesta de los omnívoros debajo de las plantas frutales y los grandes dorados se encuentren hambrientos e hiperactivos luego del desove.
Yahapé, nos estará esperando con su salvaje naturaleza en esplendor y la cordialidad de su gente.-
Invitados por Gustavo y Cacho Rocabert llegamos a las instalaciones de cabañas Gatomoro. Gustavo y su gente nos esperaba con la mesa servida. Aun de noche y sin poder visualizar totalmente el predio, el lugar mostraba la calidez de los espacios hechos en madera. Un hermoso y “pescador” restaurante con mesas de laurel y lapacho. Las cabañas, que conocimos después, también estaban construidas en madera y todas con el indispensable aire acondicionado, clave para soportar las temperaturas medias de esta zona. Nos dormimos con la orquesta natural de sonidos del bicherío esperando que en cualquier momento se desatara la tormenta. Efectivamente durante la madrugada la tormenta estalló y continuó firme durante la mañana. Esperando que amaine, pasamos el tiempo atando moscas , sacando fotos y palpitando en conversaciones la pesca que se avecinaba.
Yahapé es un pequeño y pintoresco paraje ubicado en un sector privilegiado del Alto Paraná. Aguas translucidas y bien oxigenadas, pegregales profundos, árboles frutales, paleríos y enramas sobre sus costas. En otras palabras, el cúmulo de geografías ideales para ser habitadas por los peces mas calificados de nuestro querido Paraná. Como si esto fuera poco, como si el Paraná no bastara, tiene al norte y al sur dos arroyos a los que les hemos dedicados notas especiales en su momento: El Santa Isabel aguas arriba y el Tuyutí aguas abajo.
Dos ámbitos que deslumbran por su belleza y guardan una riqueza íctica que los hace destinos obligados para los amantes de la pesca deportiva en cualquiera de sus modalidades. Fue precisamente en el Tuyutí en donde concentramos nuestra mirada durante el relevamiento.
La pesca en el Tuyutí
Sonidos de la mas diversa fauna, chapoteos de peces que se pueden escuchar a cientos de metros , bandadas enormes de aves que atravesaban el cielo quien sabe a donde. Así nos espera el cautivante arroyo. Hace algunos años “metimos” en sus aguas un triplete mágico para los amantes del bait casting: dorado, pacú y salmón con señuelos.
En este caso nos íbamos a dividir las “tareas”, Roberto deslumbrado por los bancos de arena y la actividad que se veía a la distancia, se quedó vadeando en los arenales casteando y divirtiéndose en fly con doraditos y salmones. Yo me fui a la desembocadura del Tuyutí en donde atados durante la mañana, unos amigos misioneros se habían divertido con los cachorros de surubí. La otra embarcación que colaboraba con el relevamiento, estaba enfrente de Roberto anclada esperando al pacú.
Me “até” aguas abajo de la boca y al ver unos palos maravillosos cerca, tomé la caña de fly y castee. Primer tiro y un doradito aguerrido captura la mosca y empieza a los saltos. Lo devuelvo y casteo nuevamente. Un lomo dorado de un bicho de mas de 8 kilos la sigue y le erra el tarascón a casi centímetros de la lancha. Momento “espeluznante” y que sirve para dar un consejo a los mosqueros y amantes del bait. Cuando estén casteando los palos buscando el dorado y ante una captura, el segundo pescador debe seguir intentando haciendo lances en las cercanías del ejemplar capturado que en ese momento está peleando. Siempre está la posibilidad de que haya otro rondando atraído por el barullo. En algunas oportunidades, ese segundo bicho se arrima para pelear por la carnada o el artificial, en otros casos cuando se trata de un monstruo, para deglutirse al ejemplar capturado como hemos podido testimoniar en muchas oportunidades.
La otra lancha coprotagonista del relevamiento nos comunicaba que esperando adentro del Tuyutí con maíz y miñoca habían capturado en un rato cuatro pacúes con un ejemplar que casi alcanzaba los seis kilos. Y esto redondea un dato clave para entender la riqueza de este arroyo. A no mas de cinco minutos de distancia entre cada uno, Roberto estaba mosqueando dorados y salmones, la otra lancha a solo unas decenas de metros metiendo pacúes , yo intentando con los surubíes y mientras los esperaba, tenía esa escena impresionante con una doradazo atacando mi mosca.
El pacú, el dorado, el cachorro, el pira pita fueron activos participes de la jornada de pesca adentro del Tuyutí. Afuera, en los pedregales y cuando salíamos del arroyo, a una de las lanchas le esperaba una sorpresa para cerrar a toda orquesta. A trolling y en la primera pasada prendieron un surubí de 40 kilos aproximadamente.
Después de una gran tormenta que había alterado abruptamente las condiciones, que había “movido” al pescado como decimos los pescadores, aun así, habíamos hecho una pesca extraordinaria.
Estaremos próximamente, promediando, el verano cuando venga la fiesta de los omnívoros debajo de las plantas frutales y los grandes dorados se encuentren hambrientos e hiperactivos luego del desove.
Yahapé, nos estará esperando con su salvaje naturaleza en esplendor y la cordialidad de su gente.-
Cabañas Gatomoro. Yahapé - Corrientes.
Cabañas Gatomoro
Yahapé - Corrientes - Argentina
Ruta Nacional Nº 12 - km 1150
Consultas y reservas
te: 0376 154659070 I 0376 154659072
e mail: [email protected]
Yahapé - Corrientes - Argentina
Ruta Nacional Nº 12 - km 1150
Consultas y reservas
te: 0376 154659070 I 0376 154659072
e mail: [email protected]
Así empezó el 2014.
Doradas de arriba de 20 Kilos en las piedras y el Tuyutí ardiendo de pacúes y salmones.
Qué mas se le puede pedir a Yahapé como inicio de la temporada?
Adrenalina en todas las modalidades y verdaderos monstruos en el agua. El cinco de Enero una sola lancha de cabañas Gatomoro tuvo el privelegio de capturar tres doradas de peso superior a los 20 kilos. La mas grande alcanzó los 21.800 kg. El amigo Andrés Lesta que conoció el pesquero a través de las frecuentes notas que hacemos de Yahapé en www.tigredelosrios.com.ar , tuvo una jornada que le quedará en el recuerdo para siempre. Los ejemplares fueron devueltos al agua luego de las fotos de rigor y de llevarlos a la costa para largarlos desde los arenales.
Gran Slam en el Tuyutí.
Como si los grandes no bastaran, hay muy buenas noticias para los amantes del Fly y el bait. El amigo y operador de la zona de Esquina, Rubén "Pelo Largo", se largó a Yahapé con dos amigos mosqueros y obtuvieron el gran slam con mosca. Salmones, dorados, bogas y por supuesto pacúes, uno de los cuales orilló los seis kilos de peso. Los omnívoros normalmente mas activos en la costa en los meses de febrero y marzo, se han adelantado y ya comenzaron a arrimarse a los ingas, laureles, Francisco Alvarez y demás plantas frutales.
Lo mejor de todo esto es que "esto", valga la redundancia, recién empieza.
Adrenalina en todas las modalidades y verdaderos monstruos en el agua. El cinco de Enero una sola lancha de cabañas Gatomoro tuvo el privelegio de capturar tres doradas de peso superior a los 20 kilos. La mas grande alcanzó los 21.800 kg. El amigo Andrés Lesta que conoció el pesquero a través de las frecuentes notas que hacemos de Yahapé en www.tigredelosrios.com.ar , tuvo una jornada que le quedará en el recuerdo para siempre. Los ejemplares fueron devueltos al agua luego de las fotos de rigor y de llevarlos a la costa para largarlos desde los arenales.
Gran Slam en el Tuyutí.
Como si los grandes no bastaran, hay muy buenas noticias para los amantes del Fly y el bait. El amigo y operador de la zona de Esquina, Rubén "Pelo Largo", se largó a Yahapé con dos amigos mosqueros y obtuvieron el gran slam con mosca. Salmones, dorados, bogas y por supuesto pacúes, uno de los cuales orilló los seis kilos de peso. Los omnívoros normalmente mas activos en la costa en los meses de febrero y marzo, se han adelantado y ya comenzaron a arrimarse a los ingas, laureles, Francisco Alvarez y demás plantas frutales.
Lo mejor de todo esto es que "esto", valga la redundancia, recién empieza.